Lo confirman estudios como el realizado en algunos países de Latinoamérica por la consultora internacional KMR, según el cual de los chilenos consultados, 44 por ciento son incapaces de negarse a sus hijos, superados por los mexicanos, con un 48 por ciento, los ecuatorianos, con un 51,7 por ciento y los venezolanos, con un 55,6 por ciento de padres entre los 35 y los 54 años.
Aunque el estudio no muestra las cifras de Colombia, ni existe un estudio actual que evidencie el número de padres nacionales que reconoce decir siempre "sí" a sus hijos, expertos señalan que es justamente la tendencia que se vive en todos los rincones del territorio nacional.
Para Diana Marcela Pardo, psicóloga clínica, existe una mayor inclinación de la balanza hacia la existencia de este tipo de papás, que los autoritarios "en cualquier zona del país". Afirmación que corrobora Augusto Pérez, director de la Corporación Nuevos Rumbos, quien explica que estos cambios en los estilos de crianza se han dado también como consecuencia de las guerras mundiales.
"Se dieron tipos de tensiones distintas: en la medida en que la mujer comenzó a ser independiente, la autoridad paterna empezó a perder protagonismo y su fuerza, pero además de eso, todos estos cambios trascendentales empezaron a tener cambios en lo que se llaman los estilos de crianza", dice.
Además, explica Pérez, también se dio porque después de estos eventos mundiales apareció en el panorama mundial el doctor Benjamin Spock, autor del libro Tu hijo, que orientaba acerca de cómo criar a los pequeños. "El libro fue ampliamente aceptado y allí se decía que no se debía castigar, criticar o censurar a los descendientes. Y empezaron a darse unos cambios en la relación entre hombres y mujeres que modificó todas las relaciones de poder de familia".
Es así como hoy, estos cambios han sido más evidentes en la figura paternal que en la maternal, puesto que aquellos son los que menos han sabido reaccionar ante los cambios sociológicos y es por eso que se puede explicar, dice Pérez, que sean ellos los más permisivos con sus hijos o que les digan 'sí' a todos sus requerimientos.
Con pocos beneficios
Psicólogos, pediatras y sociólogos señalan que con un estilo de crianza permisivo se está conformando una sociedad que no está acostumbrada a los límites y a las normas.
En efecto, señala Pérez, a modo de advertencia, está comprobado que los hijos de los padres permisivos, son los que mayor posibilidad tienen de caer en problemas de drogadicción, alcoholismo o delincuencia, por no conocer límites.
De ahí la importancia, recalca, de que los padres sean concsientes de que no siempre deben decirle "sí" a sus hijos, así sientan esa necesidad, porque los ven cada 15 días, debido a una separación, porque no los ven diariamente, dada la alta intensidad laboral o porque creen en un esquema de educación abierta.
"Ha cambiado ese modelo de educación y ya no es el papá autoritario. Hemos pasado a otro modelo de disciplina con amor; entonces ese es el reto: no caer en la permisividad, sino tener disciplina con amor", comenta Carolina Piñeros Ospina, directora ejecutiva de Redpapaz.
Para ella, los padres dicen siempre que "sí", "entendiéndolo como un acto de amor, pero ese es un amor mal entendido. Es un acto mayor de amor decir "no". A veces uno tiene que aguantarse la mala cara un ratico y los hijos a la larga entienden que se les dijo que "no" por su bien".
La "permisividad también hace a los hijos suceptibles a la intimidación escolar", agrega la experta de Redpapaz.
En cuanto a los pro que podría traer para sus hijos que ellos pertenezcan a la generación del sí, se considera que adquieren una mayor capacidad de volverse independientes, indica la psicóloga clínica Diana Marcela Pardo. Sin embargo, aclara, tanta independencia también afecta a los niños a futuro, como en la etapa de la adolescencia, porque al no conocer de normas hacen lo que ellos quieren, así los perjudique.
Situaciones que afectan
Un factor que ha ejercido una influencia muy grande para que hoy los padres sean más permisivos con sus hijos son los procesos de divorcio, que con el paso del tiempo han aumentado.
Esto conlleva, en algunos casos, a que el padre del menor puede verlo cada 15 días o con menos frecuencia, según lo acordado con la madre.
Esto, explica Augusto Pérez, director de la Corporación Nuevos Rumbos, genera sentimientos de culpa o tristeza, lo cual es una de las principales características de los padres de la generación sí.
Definitivamente, explica Adriana Vega, directora del Cinav, la culpabilidad "es el peor enemigo de un padre de familia, porque ahí vienen los actos compensatorios". Pero, finaliza, lo importante es que tengan claro por qué se dieron las cosas y entiendan que son los padres por sobre todo.
La clave de la educación y estilo de crianza
Todo acto tiene su consecuencia. Y en esto hace énfasis la neuropsicóloga Adriana Vega, al destacar que los padres deben enseñarles a sus hijos y establecer normas. "Si el niño se portó mal, no puede comer dulces, así haga pataleta".
De ahí que las normas deben ser claras. "Lo importante es que cuando el papá diga "no" es "no" y cuando diga que "sí" se mantenga. La inconsistencia es la mayor característica de un padre indulgente", señala Augusto Pérez, director de la Corporación Nuevos Rumbos.
Por eso, dice Vega, directora del Centro Integral de Nuevo Desarrollo, Cinav, hay que decir "sí", cuando los hijos se lo merecen. Y no es una consecuencia natural cuando el niño ha hecho algo que se ha salido de las normas. "Si no lo hago, mañana puede ser peor y no hay que sentirse culpables o mal por un castigo", explica.
Según Leidy Jazmín Sepúlveda, especialista en psicología clínica, hay que saber por qué decir "sí" o "no", y no tratar de suplir las carencias de tiempo en el hogar con cosas materiales, con dinero o con permisos.
Y Diana Marcela Pardo, psicóloga clínica, enfatiza en que lo ideal es que los padres ofrezcan calidad y cantidad de tiempo para sus hijos.
Modelos de padres
Según Augusto Pérez, director de la Corporación Nuevos Rumbos, estas son las cuatro formas más conocidas y estudiadas de educar.
Padres autoritarios: son los tradicionales, que tienen normas y límites muy rígidos y la comunicación es nula. Ese tipo de padre perdió completamente su prestigio, porque comenzó a ser rechazado por los jóvenes.
Padre maestro o padres democráticos: se preocupan intensamente por sus hijos, con los que crea una relación de diálogo, tienen unos límites y unas normas muy claras que se deben cumplir, los castigos casi siempre son proporcionales a las faltas, nunca son abusivos, la violencia física prácticamente no existe, los padres nunca se pelean delante de los hijos y tienen actividades conjuntas, comparten tiempo, historias, problemas y esto crea un tipo de balance muy fuerte.
Este tipo de relación padre hijo que es tan ideal, es poco frecuente en el mundo contemporáneo.
Padre indulgente: son mediocres en su formulación de normas y de límites, no las hacen cumplir y son llorones. Se la pasan todo el día detrás del muchachito: "perdóname que se me olvidó hacer", "perdóname que yo no sé usar el computador como tú", y que tienen un tremendo complejo de inferioridad. Creen que porque sus hijos de 5 años o de 7 o de 10 manejan el computador mejor que ellos son inteligentes y saben más.
Padre negligente: este el segundo más común en el momento actual y tiene que ver con aquellos que solo dan plata, cosas; no se interesan realmente por sus hijos. Son completamente inconsistentes en todo lo que proponen. Son padres que un día dicen una cosa y al otro día dicen otra, que en último término realmente no tienen ningún vínculo con sus hijos.
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