Lo que es y lo que parece en el uso de la lengua

 
1 . “BE DE VACA” Y “BE DE BURRO” “El distinguir la v de la b no es de ningún modo un requisito recomendable en la pronunciación española. La mayoría de las personas cultas, lejos de estimar la pronunciación de la v labiodental como una plausible perfección, la consideran como una mera preocupación escolar, innecesaria y pedante” (Tomás Navarro Tomás)

Las letras como las personas tienen sus nombres (“pe”, “equis”, “ene”, “jota”, “hache”, “efe”, “ zeta, etc.) Y así como en el género humano el nombre sirve para distinguir  a una persona de otra, en el abecedario, los nombres de los signos que lo conforman sirven para diferenciar una letra de otra.

Es el caso de las grafías “b” y “v”. Aunque fonéticamente se pronuncian de la misma forma, una y otra acusan notables diferencias, no sólo ortográficas, sino también nominales. La primera se llama be (denominación recomendable) En América recibe también los nombres de “be alta” y “be larga”.
La segunda se denomina “uve” (recomendable), pero los hablantes americanos la llaman indistintamente “ve”, “ve corta”, “ve baja” y “ve chica”
En República Dominicana, como resultado, talvez, de una distorsión en la enseñanza de la lengua española o de un falso concepto aprendido en la escuela antigua, esa distinción se establece de manera un tanto zoológica o “con pintoresca nomenclatura”, llamándole “be de burro” a la “b” y “ve de vaca” a la “v”.
Se trata del mismo error en que se incurre cuando se habla de “c”( ce )  de casa  y “k” (ca)  de kilómetro” Es como si se quisiera dejar establecido que aparte de las empleadas para escribir las palabras burro y vaca, existen en nuestro idioma otros tipos de bes.
Conviene aclarar que las letras “b” y “v” representan el mismo fonema /b/ en todos los países de habla española: el sonido consonántico bilabial sonoro /b/, esto es, no existe, como se ha enseñado y piensan muchos, diferencia alguna en la pronunciación de las letras “b” y “v”.

Como bien lo establece al respecto don Manuel Seco en su Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española:
« La pronunciación de v es en español idéntica a la de b. Las dos letras corresponden a un mismo fonema, /b/; se pronuncian igual, por tanto, cabo y cavo; vaca y baca; sabia y savia; /tubo y tuvo.

Pretender pronunciar v con articulación labiodental es un error de algunos locutores y profesores que se pasan de correctos…» (1986:371)
En otras palabras, la articulación labiodental de la "v” jamás ha existido en español. Cuando así ocurre, se trata de un equivocado prurito de corrección basado también en erróneas recomendaciones del pasado.
2 .- CELEBRAR / CONMEMORAR
Celebrar – se lee en el “Manual de español urgente” (1995)  – no debe confundirse con conmemorar»  Y no deben confundirse  tales voces, por cuanto una y otra  entrañan significados diferentes.
Pero la confusión, especialmente en nuestros medios periodísticos, existe y persiste. Y  esta  se pone de manifiesto cuando se  conmemorarse el “Día internacional de la mujer”. Para referirse a tal fecha, periodistas, comentaristas y columnistas emplean indistintamente los  verbos  “celebrar” y “conmemorar”.
Según el Diccionario de la Lengua Española (Real Academia Española, duodécima edición, 1970),  ‘celebrar’ y ‘conmemorar’ soportan los siguientes significados:
« Celebrar.- Alabar, aplaudir, encarecer a una persona o cosa» (pág.288)
« Conmemorar.- Hacer memoria o conmemoración» - ( pág. 344)
« Conmemoración...- Memoria o recuerdo que se hace de una persona o cosa» (pág.344)
De los conceptos preindicados, obviamente se infiere que el verbo celebrar lleva envuelta la idea de festejos, aplausos, júbilo y otros sentimientos de alegría; en tanto que conmemorar alude a simples recuerdos de situaciones vinculadas a hechos y personas que han impactado negativamente nuestras conciencias . En tal virtud, puede celebrarse la fecha de nacimiento de un pariente, pero jamás la fecha de su muerte. Esta deberá conmemorarse. 
El día 30 de mayo de cada año,  los dominicanos podemos celebrar “con bombos y platillos”, toda vez que en una fecha igual nos quitamos de encima la férrea dictadura que durante tres décadas encabezó  el tirano presidente Rafael Leonidas Trujillo Molina; pero no así el 28 de abril, puesto que un día como ese ocurrió un acontecimiento  bastante luctuoso para el pueblo dominicano: el irrespeto o mancillamiento a nuestra soberanía  llevado a cabo por tropas del ejército norteamericano.

Y merced a lo antes expresado, igualmente resultaría ilógico celebrar el “Día internacional de la mujer”, ya que un 8 de marzo  ocurrió en Nueva York un trágico hecho, el asesinato de un grupo de obreras que reclamaban reivindicaciones laborales, hecho que por  su trágica e inhumana esencia a nadie se le ocurriría festejar, sino conmemorar.
Conforme a los juicios precedentes valdría entonces tenerlo siempre presente: no es lo mismo ‘celebrar’ que ‘conmemorar’
3. ¿MAO, VALVERDE O VALVERDE, MAO?
Mao es el municipio principal, común cabecera o capital de la provincia Valverde. Pero esta, en su condición de provincia, de ningún modo puede pertenecer al municipio de Mao; pero tal parece que esa es la creencia de los periodistas, locutores, escritores, hablante común y de quienes emplean tanto en la lengua oral como escrita la toponímica expresión Valverde, Mao, la cual, en la práctica de los hablantes dominicanos, se ha convertido en una especie de mito geográfico-gramatical.
Y es que pronunciar o escribir Valverde, Mao, es tan impropio como decir República Dominicana, Santiago, o Santiago, Tamboril; pues con ello se estaría afirmando que nuestro país pertenece a Santiago y que esta jurisdicción está comprendida en el territorio de  Tamboril, cuando sabido es que lo inverso es lo que se corresponde con la realidad.
Dígase, pues, Mao, Valverde o simplemente Mao. Ello así, por la razón de que no existe un principio normativo que obligue al hablante a mencionar el nombre de la provincia cada vez que se refiera al municipio cabecera de esta, tal como ocurre a menudo con los topónimos ya referidos, y cuya práctica, por su carácter exclusivo, resulta un tanto curiosa, por cuanto la misma no se realiza en el momento de nombrar las demás provincias y capitales de provincia del país. En otras palabras, tratándose de Mao,Valverde, los dominicanos siempre que mencionamos uno de los términos, de inmediato nos referimos al otro, vale decir, siempre decimos Valverde,Mao ; pero nunca se nos ha ocurrido expresar Moca,Espaillat;San Francisco de Macorís,Duarte, o Cotuí,Sanchez,Ramírez.

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