Lasaña para chuparse los dedos


Un manjar nutritivo que reúne proteínas, vegetales y carbohidratos.
Las lasañas consisten en láminas de pasta rectangulares planas o bien en trozos curvados, cocidas en agua con sal y un toque de aceite. Se van intercalando en una fuente para horno con salsa boloñesa -como un ragú de carne, de tomates y cebollas- salsa bechamel y abundante queso parmesano. Luego se gratina al horno hasta que se haya dorada la capa superior.

Cada cocinero le da a su lasaña el toque necesario para que sea diferente y sabrosa. Hay lasañas de verduras que intercalan hojas de masa con espinacas, salsa de tomates, bechamel, queso de rallar y se gratinan al horno;  otras que intercalan zuchinnis, berenjenas, láminas de mozzarella, salsa de tomates, ricotta, tal vez le agregan láminas de jamón York, más verduras, etc. Las variantes son muchas, incluso, en México, sustituyen las capas de masa por capas de tortillas mientras que los griegos reemplazan las láminas de pasta por láminas de berenjenas y luego rellenan con el ragout de carne y salsa de tomates; este tipo de lasaña recibe el nombre de mousaka.
Preparación
Para cocinar una buena lasaña, el recipiente más adecuado es una pirex alta o algún otro recipiente que pueda contener varias capas de masa y relleno, o sea que su profundidad sea de por lo menos de 10 centímetros. Las láminas de pasta se deben cocer en agua caliente con aceite para que no se peguen y se  van colocando en la base del recipiente engrasado, intercalando el relleno deseado con salsa de tomates y bechamel, y por arriba el queso parmesano rallado para que se gratine en el horno por espacio de 20 minutos.
Importante: siempre tiene que haber capas de salsa para que la pasta la absorba y no se seque. Así obtendrás una plato excelente y deleitarás de tus invitados.

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