Washington, (PL) El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, culpó hoy al Congreso por las consecuencias de la actual crisis fiscal y exhortó al Capitolio a adoptar medidas integrales antes de que el país sufra daños más graves.
En su habitual mensaje semanal por radio e Internet, el mandatario reconoció que las reducciones automáticas de fondos gubernamentales que entraron en vigor a partir del 1 de marzo afectan a sectores con menores ingresos, como los niños y ancianos que dependen de ayudas federales para subsistir.
Obama criticó una medida aprobada esta semana en el Congreso para otorgar fondos de emergencia por 253 millones de dólares a la Agencia Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), para evitar la reducción en las operaciones áereas y en el personal del sector en los próximos meses.
Esta legislación, convertida ya en ley, es solo una cura de emergencia, pues otras agencias gubernamentales que proporcionan servicios vitales a la población seguirán afectadas por los reajustes millonarios al presupuesto, señaló el mandatario.
Obama también recordó que hace dos semanas presentó un proyecto de presupuesto que reemplaza dichos recortes financieros por otros menos dañinos, incrementos de impuestos y nuevas inversiones en sectores de la educación, investigaciones y la producción, con el fin de crear más empleos.
Pero los republicanos rechazan la propuesta del jefe de la Oficina Oval para reemplazar las reducciones al gasto gubernamental.
En su mensaje de respuesta este sábado, el congresista republicano por Pennsylvania William Shuster, dijo que el Ejecutivo trató sin éxito de utilizar los efectos de los recortes en la población para obligar al partido rojo a ceder en sus posiciones e imponerle nuevas alzas impositivas al pueblo estadounidense.
Puso como ejemplo el caso de la FAA, y dijo que esta hubiera podido evitar las consecuencias de las disminuciones de fondos en las demoras de los vuelos con una mejor administración de su trabajo y reducciones en otros acápites menos importantes.
Los reajustes de la actual crisis presupuestaria ascienden a más de 86 mil millones de dólares del gasto federal hasta finales del año fiscal 2013, que culmina el 30 de septiembre.
También incluirán la disminución de 109 mil millones en los próximos nueve años, situación que golpeará con mayor severidad los programas sociales de alimentación y vivienda, así como a los sectores de educación, salud y defensa.
De acuerdo con reportes de la prensa estadounidense, más de 225 mil familias que viven en refugios pueden quedar sin amparo y los ya reducidos planes de atención nutricional se verán obligados a excluir a millones de recién nacidos, hijos de mujeres con bajos ingresos económicos, embarazadas, ancianos y discapacitados.
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