Por: LiL. Es innegable que cuidar nuestro cuerpo tiene incontables beneficios, los cuales se dan tanto a nivel estético como de salud y estado de ánimo.
Mantener una vida activa y sana, con ejercicio y una dieta equilibrada nos ayuda a mantener un peso estable en un cuerpo bien definido. Pero además, evitar el sobrepeso y otros problemas derivados de una mala rutina diaria nos beneficia más niveles, ya que nos ayuda a evitar problemas graves como altos niveles de colesterol o dolencias cardiorrespiratorias, del mismo modo que nos puede hacer tener un estado de ánimo más pesimista y desanimado, lo que puede desembocar incluso en problemas de ansiedad y depresión.
Con lo que no faltan razones para tomar la iniciativa y esforzarnos un poco para mantenernos en forma. No te preocupes por el gasto económico, ya que tampoco tendrás que gastar mucho dinero, y si necesitas material a buen precio puedes mirar en las páginas de anuncios donde encontrarás todo lo que necesitas a precios sorprendentemente bajos.
Como hemos dicho, cuidar tu cuerpo no es algo que exija grandes esfuerzos físicos o financieros, pero si hace falta poner algo de iniciativa y constancia, pues es más importante mantener una rutina poco exigente durante mucho tiempo que volvernos locos durante un par de semanas para después volver a los malos hábitos.
Quizás lo más importante sea empezar por una alimentación sana y equilibrada, pues al final es la base de cómo estamos. Para esto no se debe recurrir a ninguna dieta milagrosa, pues basta con comer productos frescos, especialmente verduras y frutas, y dejar de lado cualquier tipo de comida basura o demasiado grasa, como los fritos o la bollería industrial. Como podemos ver, esto no quiere decir que tengamos que comer poco o limitarnos a masticar lechugas, pues se puede comer de la forma más sana, variada y divertida.
Pero no podemos limitarnos simplemente a la dieta, ya que una alimentación sana debe ir siempre acompañada de una vida activa, donde el ejercicio es lo más importante. Nuevamente, no se trata de perder la cabeza con el deporte, pues con hacer ejercicio tres o cuatro veces a la semana es más que suficiente. Para esto podemos desde apuntarnos a un gimnasio hasta practicar algún deporte de equipo o comprarnos una bici para ir al trabajo o pasear los fines de semana. Lo importante es que elijamos ante todo una práctica deportiva que nos guste y que se adapte a nuestra forma física, para no aburrirnos y con el tiempo y subiendo la intensidad.
Estos consejos pueden parecer poca cosa, pero lo cierto es que con pequeños cambios en la rutina diaria nuestro cuerpo puede dar un cambio asombroso. En todo caso, si necesitamos algún tipo de ayuda extra lo mejor es acudir a algún tipo de profesional, ya sea este un nutricionista o un entrenador personal, ya que nos puede evaluar mejor y ayudarnos a conseguir mejores resultados, más rápidos y de forma personalizada, ya queramos controlar nuestra hipertensión o perder grasa en las piernas.
Mantener una vida activa y sana, con ejercicio y una dieta equilibrada nos ayuda a mantener un peso estable en un cuerpo bien definido. Pero además, evitar el sobrepeso y otros problemas derivados de una mala rutina diaria nos beneficia más niveles, ya que nos ayuda a evitar problemas graves como altos niveles de colesterol o dolencias cardiorrespiratorias, del mismo modo que nos puede hacer tener un estado de ánimo más pesimista y desanimado, lo que puede desembocar incluso en problemas de ansiedad y depresión.
Con lo que no faltan razones para tomar la iniciativa y esforzarnos un poco para mantenernos en forma. No te preocupes por el gasto económico, ya que tampoco tendrás que gastar mucho dinero, y si necesitas material a buen precio puedes mirar en las páginas de anuncios donde encontrarás todo lo que necesitas a precios sorprendentemente bajos.
Como hemos dicho, cuidar tu cuerpo no es algo que exija grandes esfuerzos físicos o financieros, pero si hace falta poner algo de iniciativa y constancia, pues es más importante mantener una rutina poco exigente durante mucho tiempo que volvernos locos durante un par de semanas para después volver a los malos hábitos.
Quizás lo más importante sea empezar por una alimentación sana y equilibrada, pues al final es la base de cómo estamos. Para esto no se debe recurrir a ninguna dieta milagrosa, pues basta con comer productos frescos, especialmente verduras y frutas, y dejar de lado cualquier tipo de comida basura o demasiado grasa, como los fritos o la bollería industrial. Como podemos ver, esto no quiere decir que tengamos que comer poco o limitarnos a masticar lechugas, pues se puede comer de la forma más sana, variada y divertida.
Pero no podemos limitarnos simplemente a la dieta, ya que una alimentación sana debe ir siempre acompañada de una vida activa, donde el ejercicio es lo más importante. Nuevamente, no se trata de perder la cabeza con el deporte, pues con hacer ejercicio tres o cuatro veces a la semana es más que suficiente. Para esto podemos desde apuntarnos a un gimnasio hasta practicar algún deporte de equipo o comprarnos una bici para ir al trabajo o pasear los fines de semana. Lo importante es que elijamos ante todo una práctica deportiva que nos guste y que se adapte a nuestra forma física, para no aburrirnos y con el tiempo y subiendo la intensidad.
Estos consejos pueden parecer poca cosa, pero lo cierto es que con pequeños cambios en la rutina diaria nuestro cuerpo puede dar un cambio asombroso. En todo caso, si necesitamos algún tipo de ayuda extra lo mejor es acudir a algún tipo de profesional, ya sea este un nutricionista o un entrenador personal, ya que nos puede evaluar mejor y ayudarnos a conseguir mejores resultados, más rápidos y de forma personalizada, ya queramos controlar nuestra hipertensión o perder grasa en las piernas.
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